En contraste con la gran mayoría de los proyectos artísticos y culturales que, por la fuerza de las circunstancias, el funcionamiento de las normas relacionadas con las políticas y mecanismos de fomento, las condiciones impuestas por los edictos formateados de acuerdo con un plan de acción y un cronograma previamente definido, RAZIZR sigue.

RAZIZR no es un proyecto convencional, es un proceso creativo que no está condicionado a un modus operandi que presuponga la adaptación al ejercicio fiscal de cualquier eventual patrocinador y/o cualquier otro instrumento burocrático de rendición de cuentas, lo que transforma y transvalora totalmente la postura de todos los creadores involucrados.

El objetivo aquí no es la creación de un producto final, aunque exista la posibilidad de vender las obras generadas en este proceso. El objetivo es interferir en la producción de subjetividades. El mercado no es una fuerza de la naturaleza y el mundo ya tiene demasiados productos.

El proceso creativo comenzó a mediados de 2013 a partir de la necesidad de Paloma (creadora y co-creadora de [razizr] ) de explorar el impacto poético y sensorial a partir del contacto con las raíces urbanas.

Para quien tiene la palabra como primer oficio, coquetear con las raíces urbanas, rodeado de la concreción de la ciudad forma parte de un intento por escapar de la verborrea y conectar con elementos más allá y más acá del verbo.

Una rendición al deseo de navegar intuitivamente al encuentro de otras posibilidades estéticas que caminan contra la tosquedad de las sensibilidades.

Entre los años 2014 y 2017 actores, bailarines y performers comenzaron a integrar RAZIZR y se inició el proceso de desarrollo de laboratorios creativos en lugares públicos, al fin y al cabo es en los espacios públicos donde se plantan literalmente las raíces que sustentan este proceso, insertas aunque no parezcan gozar de la visibilidad adecuada.

Los árboles urbanos parecen llamar la atención sólo cuando caen trágicamente (por mala conservación y/o, como les gusta mentir a los periódicos -para evitar culparnos de nuestra incompetencia en términos de gestión- a causa de "las lluvias") causando trastornos en la apática y anestesiada vida cotidiana de nuestras ciudades.

En 2019, tras pasar por una serie de experimentaciones y acumular un material considerable (imágenes y vídeos), la Casa da Luz (SP), fue el primer espacio cultural en acoger una videoinstalación con parte del material producido a lo largo de todos estos años de proceso creativo. Vea algunas imágenes abajo, en el álbum que también se puede acceder a través de Instagram.

Después de un largo paréntesis causado por la pandemia, seguimos en el proceso de búsqueda de nuevas posibilidades de presentación y continuidades para el desarrollo de este proceso creativo...

No hay productos. Hay nidos y hay frutos, como enseñan los árboles con los que interactuamos.
 

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Ficha técnica:

Creación y concepción: Paloma Klisys

Imágenes y vídeo: Paloma Klisys

Co-creadores: Flávia Spinard, Glaucus Noia, João Pirahy e Iratan Gomes..

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